Cerca de 5.000 neo-nazis se reunieron el sábado en la ciudad oriental de Dresden para organizar una marcha provocativa, en la que recordaron a las víctimas en Alemania del ataque aéreo aliado que destruyó la ciudad barroca 65 años atrás.
En los últimos años, el aniversario del 13 de febrero de la destrucción de Dresden, donde 25.000 personas murieron, se ha transformado en un foco para los neo-nazis que describen el incidente como un “bombardeo Holocausto”.
Unas 7.000 personas se unieron a la marcha este año, lo que la convierte en la mayor manifestación de la extrema derecha de Alemania desde 1945.
La policía se enfrentó con miles de manifestantes anti-nazis, 10.000 de los cuales formaron una cadena humana en el centro de la ciudad para recordar a las víctimas de la guerra iniciada por Alemania y mostrar su oposición a los grupos de la extrema derecha.
“La atmósfera está muy agitada entre los dos lados y enfrentamos una tarea muy difícil hoy”, dijo un portavoz de la policía.
En la estación Neustadt de Dresden, donde partían los trenes repletos de judíos para el campo de concentración de Auschwitz, se reunieron varios cientos de neo-nazis, vestidos todos de negro.
Algunos portaban banderas alemanas pre-guerra y una voz que gritaba “Fortaleza y Honor” se escuchaba por los altoparlantes.
“Estamos reunidos aquí para recordar uno de los mayores crímenes de guerra de la Segunda Guerra Mundial”, dijo a la multitud Kai Pfuerstinger, subjefe del grupo derechista JLO o Cuerpos Juveniles del este de Alemania.
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