Pelea Santander 150 chavales

«La vida no vale nada para muchos menores», lamenta el director del Instituto Ría del Carmen
Cerca de 150 jóvenes se congregaron el pasado fin de semana en Muriedas para ver una pelea entre bandas
04.05.10 - 00:23 - GONZALO SELLERS | SANTANDER.
Se hacen llamar 'Los mágicos' y 'Los negros'. Son dos bandas juveniles de Camargo formadas por menores de edad que, el viernes pasado, consiguieron congregar a cerca de 150 jóvenes para ver una pelea concertada siete días antes. La Guardia Civil tuvo conocimiento, ese mismo viernes, de correos electrónicos y mensajes de Facebook en los que se fijaban la hora y el lugar de la batalla campal: detrás del colegio Matilde de la Torre a las 18.30 horas. Varias patrullas de ese Cuerpo y de la Policía Local se presentaron a la cita y su presencia obligó a cambiar los planes de las bandas.
Durante la tarde, los agentes recibieron avisos de peleas por la ciudad, pero cuando llegaban no había nadie. El pabellón Pedro Velarde fue, finalmente, el escenario del enfrentamiento. «Cuando aparecimos la gente empezó a dispersarse, cacheamos a alguno, pero no encontramos nada», explicaron a este periódico fuentes policiales.
No hubo que lamentar heridos graves, sólo un chaval con un dedo roto, pero este elogio de la violencia -con decenas de menores de edad grabando con sus teléfonos móviles la pelea- no pasa desapercibido para Javier Barba, director del IES Ría del Carmen. A este centro educativo, situado en Muriedas (Camargo), asisten como alumnos varios de los que vivieron el enfrentamiento como espectadores o protagonistas. «Para muchos menores la vida no vale nada», lamenta Barba, quien reconoce que él mismo sufre insultos y amenazas por la calle por ex alumnos del centro, expulsados por su comportamiento. Un escenario que recuerda mucho al que desembocó en la brutal agresión a un docente de Cabezón de la Sal el pasado mes de abril. «Me llaman 'chivato' y otras cosas peores, hay calles por las que no puedo pasar», denuncia.
Cuatro condenas por semana
La pelea entre 'Los mágicos' y 'Los negros' sólo es el capítulo más conocido de una crónica negra que se escribe cada día. Una escalada de violencia, no sólo física sino también verbal, que parece haberse instalado en las aulas y también fuera de ellas, pero siempre con los menores de edad como protagonistas. Los datos no engañan. El año pasado fueron condenados algo más de doscientos menores en Cantabria. Una media de cuatro a la semana, según fuentes del Gobierno regional. Y el balance del Observatorio para la Convivencia para el primer trimestre de 2010 tampoco es esperanzador: los episodios de agresiones en las aulas aumentaron un 39,3% respecto a los últimos tres meses de 2009, pasando de 28 a 39 expedientes abiertos.
Barba, que acaba de testificar en un juicio de dos alumnas que se amenazaron en Facebook y acabaron en las manos, opina que este aumento de la violencia nace en «la falta de valores» que impera en la sociedad. «La televisión -dice- tiene mucha culpa de esto, pero también todos nosotros, los adultos». «Los adolescentes están desatados. Ven la violencia como algo asequible y es su manera de divertirse. Es muy preocupante», añade.
Las drogas también intervienen en la ecuación. Barba señala con el dedo dos zonas, un callejón y una casa a medio construir junto al instituto, como «caldo de cultivo» de agresiones y consumo de sustancias ilegales. Y a edades muy tempranas. «A los chavales de catorce años les invitan a las tres primeras dosis para que se enganchen, y luego les empiezan a cobrar», denuncia.
La pelea entre 'Los mágicos' y 'Los negros' puede no haber acabado el viernes pasado. Fuentes policiales avisaron a este periódico que esperan una «revancha», por lo que estarán «alerta» durante toda la semana.