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La Fiscalía sostiene que estos grupos se han desvinculado de sus homólogos latinoamericanos
Un 60% de los integrantes de Ñetas y Latin Kings son españoles, la segunda generación inmigrante
AURORA MUÑOZ
Imagen del sumario sobre el apuñalamiento de dos Latin Kings en Barcelona / EP
Las estadísticas reflejan una estabilización de la actividad criminal de estos grupos, dentro de la tendencia descendente que se ha venido produciendo desde 2007. El número de detenciones producidas durante este ejercicio ha triplicado las de los dos años anteriores, al tiempo que se observa una menor gravedad de los delitos. Por tercer año consecutivo no figura ningún homicidio consumado, a pesar de que las bandas latinas han firmado cinco intentos.Sangre, tinta y delincuencia. Ese ha sido el retrato habitual de las bandas latinas en los medios de comunicación durante una década. Sin embargo, los últimos datos de la Fiscalia General del Estado arrojan un retrato suavizado de Latin King, Trinitarios y Ñetas. "La labor policial sobre las llamadas bandas latinas ha dado sus frutos en los últimos años. Su violenta irrupción a mediados de la década pasada está prácticamente bajo control", reza la Memoria anual del Ministerio Público.
El número de detenciones producidas durante el pasado año ha triplicado las de los dos anteriores
"El fenómeno de las bandas, era, y es, un problema real, como fue lo de los skin o los ultras una década antes. Son grupos espectaculares e inquietantes, que vehiculan los miedos de la población sobre una emigración descontrolada. Sin embargo, hay que reconocer que las células que se han instalado aquí no tienen parangón con las de Estados Unidos o Centroamérica", afirma el sociólogo Lorenzo Castro, del Instituto Superior de Estudios de la Seguridad.
"Tienen menos entidad por dos razones: España mantiene un control férreo sobre las licencias de armas y eso ha evitado que dispongan de un gran arsenal. La otra cuestión es que su intento de controlar el tráfico de drogas no ha cuajado. Sin una fuente de ingresos como esa, es complicado que la banda crezca hasta adquirir una dimensión preocupante", añade.
Desempleo y entorno familiar
En opinión de Castro, la integración laboral y escolar representan un importante freno. Las autoridades refrendan este punto de vista. "Los riesgos que entraña la precoz implicación de memores inmigrantes en conflictos entre adultos son muy importantes. Se ha invertido mucho esfuerzo en el ámbito de la prevención para evitar que aumente la inclinación por una delincuencia adquisitiva, alimentada por el desempleo. También se presta una especial atención al entorno familiar, donde a menudo se pretenden solucionar los problemas por medio de la violencia, al margen de los cauces legales", señalan fuentes policiales, quienes trabajan codo con codo con trabajadores sociales y profesorado.
La institución dirigida por Eduardo Torres-Dulce señala que la composición de estos grupos se ha modificado en los últimos cinco años. Sus filas ya no están formadas por una mayoría de adolescentes inmigrantes, sino que hasta un 60% de sus integrantes son españoles o extranjeros latinos de segunda generación. "La crisis ha conllevado una bajada de las cifras de inmigración en España y es cierto que en algunos núcleos está teniendo lugar un proceso de retorno al país de origen. La falta de oportunidades laborales ha reducido los intentos de la reagrupación familiar, lo que limita la cantera", apunta Castro. "Muchos de los primeros jóvenes pandilleros que se detectaron en España eran emigrantes a su pesar. Llegaron al país con edades críticas y la sensación de que se encontraban en tierra hostil. Necesitaban sentir que pertenecían a algo, lo que se convirtió en el caldo de cultivo perfecto para las bandas", aclara.
El machismo, primer factor delictivo
El paso del tiempo ha influido de forma determinante en este cambio de nacionalidad de las bandas, ya que los hijos de la primera generación de inmigrantes ya ha sido nacionalizado. "Los Latin King y Ñetas que yo conozco se han ido haciendo mayores. La mayoría ya son padres de familia, están en paro o han vuelto a su país. Es cierto que han entrado nuevas hornadas y han crecido otros grupos que no siempre están por la labor del diálogo y la pacificación, pero no es la tónica general. Pese a los tópicos, la pandilla es una forma de sociabilidad juvenil, no una organización específicamente criminal, del mismo modo que tampoco se puede decir que sean organizaciones exclusivamente latinas o masculinas", defiende Carles Feixa, doctor en Antropología Social por la Universidad de Barcelona y honoris causa por la de Manizales (Colombia). "La mayoría de los delitos tienen que ver con el machismo y el no ser menos que nadie. La eficacia policial aquí hace muy caro el comportamiento violento con muertos y heridos, lo que es bastante disuasivo", apoya Castro.
La Polícia da por diluido el grupo Traviesos, que surgió en la escena criminal el año 2010
Sin embargo, el cerco policial puede convertirse en un arma de doble filo. "El riesgo creciente de marginalidad que presentan sus miembros no puede combatirse únicamente ilegalizando todos estos grupos. Si se hace así, el resultado será que pasen a la clandestinidad", advierte Feixa.
Bárbara Scandroglio y Jorge López, dos profesores de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid que estuvieron trabajando dos años junto a la banda para realizar un proyecto de investigación, han pedido en varias ocasiones que se eviten las acciones contundentes. "La política de mano dura sólo genera más violencia y contribuye a estigmatizar a estos jóvenes", avisa Scandroglio. Lorenzo Castro le da la razón. "Un seguimiento tan intenso por parte de los Cuerpos de Seguridad del Estado puede favorecer la invisibilización de estas bandas en lo relativo a indumentarias y el riesgo de ver agravadas las penas por asociación facilita la práctica de que los mayores de edad deleguen los delitos enniños y adolescentes", comenta. "La política de protección al menor se opone a poner el acento en estas acciones para evitar que los pequeños sean etiquetados como delincuentes a edades tempranas. Por otra parte, muchos de los que son detenidos procuran no manifestar su afiliación si pueden evitarlo, para ahorrarse el efecto dominó", concluye.
Castro justifica la paulatina madurez de las bandas latinas y su desvinculación de las matrices en Latinoamérica: "La vida media del pandillero no es muy larga. Normalmente tienden a dejarlo allá por la treintena, como mucho. Las pandillas se han territorializado y en muchos casos escindido en grupos menores, de manera que la idea de grandes grupos-naciones no se mantiene salvo como ideal. No es fácil mantener el control de grupos dispersos e inestables, cuyos cabecillas cambian cada pocos años", indica.
El mapa de poder se modifica
"Los grupos de origen dominicano parecen haber tenido más protagonismo últimamente, mientras que anteriormente pintaban más los de origen ecuatoriano, con una perspectiva amplia de la identidad latina, mientras que los anteriores se definen como nacionales", observa Castro.
Los bastiones de los más violentos se mantienen en las grandes urbes. La memoria de la Fiscalía asevera que la dinámica de las bandas se encuentra presente en casi todas las agresiones que desembocaron en tentativas de homicidio o asesinato en Barcelona, así como en las peleas y agresiones entre menores internos en el Centro Til·lers.
Tarragona y Lérida dan cuenta de que sólo la eficacia policial ha impedido el asentamiento de bandas como Trinitarios y Latin King, llegándose a detener a e internar cautelarmente a varios menores en Tarragona.
Navarra, por su parte, ha registrado peleas tumultuarias y enfrentamientos entre miembros de Latin King y Blood-901, tras las que se abrieron diligencias por Fiscalía y el Juzgado de Instrucción número 3 de Pamplona al estar implicados mayores de edad y menores.
Los Ñetas han sido los más activos del pasado año, con 11 episodios delictivos a sus espaldas. Han quedado relegados a una segunda posición los Latin King, que hasta el año anterior se habían mantenido como los más conflictivos. Le siguen los Trinitarios y Dominicans Don’t Play. Asímismo, la Policía da por diluido el grupo Traviesos, que surgió en la escena criminal el año 2010.
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