Banderas preconstitucionales, pósteres del dictador Francisco Franco, cuadros con la efigie de José Antonio, fundador de la Falange, estandartes con la esvástica nazi, parches con la calavera emblema de las SS Totenkopf... El colegio público Príncipes de Asturias, de Quijorna,municipio de 3.000 habitantes gobernado por el Partido Popular, se convirtió el sábado en un mercadillo de un sinfín de parafernalia franquista y nacionalsocialista en una docena de estands presididos por la siguiente pancarta: “¡Saludo a Franco! ¡Arriba España!”. La alcaldesa, Mercedes García, pidió disculpas. “No había ninguna intención de herir los sentimientos de nadie. Cuando visité la exposición, no me di cuenta de que hubiera banderas predemocráticas o cruces gamadas. No iba con esa idea de fijarme”, intentó explicarse ayer. El PP cuenta con seis concejales en Quijorna, por los cuatro del Grupo Independiente de Quijorna y una edil del PSOE.
“El Ayuntamiento ha habilitado un espacio público en el que se han vendido no solo símbolos predemocráticos, sino también insignias nazis que en Alemania están prohibidas y que constituyen un delito”, denunció Azucena Concejo, concejal socialista. El primer teniente de alcalde, José Luis Pérez Maroto, del PP, aseguró que se trataba “de una exposición militar, igual que la que el Ifema de Madrid [competencia de la Comunidad] organizará a finales de octubre, solo que 50 veces más pequeña. Si esta es ilegal, la del Ifema también”.
El Gobierno regional rechazó ayer la comparación e insistió en que “no tenía en absoluto conocimiento” de la feria fascista que acogió el polideportivo del centro educativo. La titularidad del colegio es municipal, es decir, que la Comunidad solo es responsable en horario lectivo. Un inspector del Ejecutivo autónomo y el director de Educación territorial se entrevistaron ayer con la directora del centro para pedirle explicaciones. Su respuesta fue que no había sido informada. La entrada al recinto durante el sábado fue libre y gratuita. “Sin ningún control”, denuncia Concejo. Según diversos asistentes, un menor se llevó un calendario de José Antonio de regalo. Otros se presentaron en sus casas con pegatinas de significado fascista.
La Hermandad de Regulares de Ceuta, en colaboración con el Ayuntamiento, participó en la organización de lo que se vendió como Primeras Jornadas de Exposición, Militaria y Cultura de la Defensa. Militaria está especializada en la venta de material de coleccionismo militar. Los objetivos que se buscaban —de lo que el Consistorio entiende que “no era exaltación de nada”— eran, entre otros, “incrementar el amor a España y su unidad indivisible” o “acercar y mejorar el conocimiento entre sociedad civil y militar”. Entre los objetos que había en el polideportivo para ensalzar dichos valores había incluso bufandas de ultras de clubes de fútbol. “Eso es mentira, no había ninguna bufanda”, replicó Pérez Maroto, pese a la existencia de imágenes. Sobre la abundancia de souvenirsfranquistas y nazis, el edil del PP afirmó que también había objetos “republicanos y del Che Guevara”. Distintos visitantes consultados aseguraron que apenas había un puñado, “y que en todo caso eso no era una exposición, sino apología de las dictaduras fascistas”. Preguntado por la variedad de merchandising sobre Franco, Pérez Maroto replicó que “no podía decir de él si era bueno o malo. No puedo opinar de algo que no he vivido”. “¡Militaria era la organizadora y no el Ayuntamiento! Fue una exposición de historia, ¿o es que vamos a renunciar a la batalla de Bailén?”, dijo.
Muchos dirigentes del PP madrileño llamaron a lo largo del día a la regidora, Mercedes García, para reprocharle lo sucedido. Otros más lo hicieron en persona durante el Comité Ejecutivo Regional que el partido celebró por la tarde en Génova. En las oficinas de la primera planta se declaraban “en shock”. Pese al “estupor” y “sorpresa” de distintas voces consultadas, no trascendió que se pidiera la dimisión de Mercedes García, que no puede ser cesada, y que para salir del cargo debe dimitir.
Al día siguiente de la exposición en el único colegio público del municipio, la alcaldesa del PP acudió a rendir homenaje ante un monumento por los “caídos por Dios y por España en la defensa de Quijorna del 6 al 8 de julio de 1937”, según reza la placa dorada que tiene en su frontal. En concreto, a los caídos del bando nacional en la batalla de Brunete. El Ejército republicano tomó la localidad el día 9, tras romper las defensas de dos centurias de la 5ª Bandera de la Falange de Castilla, una compañía del Tabor de Ifni, un batallón del regimiento de Toledo y voluntarios falangistas locales.
“Quijorna no podía ser ajena a las vicisitudes y vaivenes de la a veces convulsiva historia de España. Pero no por ello ha de negar y destruir las raíces de su pasado histórico”, expresó García ante una veintena de personas, entre las que figuraban varias vestidas con camisa azul y boina roja. “Queremos tributar este respetuoso reconocimiento a la memoria de Quijorna simbolizada en este monolito erigido en años pasados por deseo popular de nuestros mayores”, afirmó García. Instantes después varios de los asistentes exclamaron emocionados “¡Vivan los héroes!”. Un sacerdote cerró la ceremonia bendiciendo en el nombre de Dios “a los que cayeron”. “Ten en tu divina presencia a los que tanto te amaron, guíalos por tu reino para que inspiren nuestros actos y su nombre sea bendecido por los siglos de los siglos. Amén”.
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