Un grupo de extrema derecha atacó este viernes la sede de la ONGSOS Racismo en el madrileño barrio de Lavapiés, donde la banda colgó un cartel con amenazas y mensajes racistas junto a unos muñecos ahorcados. Fuentes policiales informaron que, a las 6.30 de la madrugada, un vecino avisó a una patrulla de que detectaba un fuerte olor a quemado, que aumentaba a medida que bajaba las escaleras. La Policía sospecha que la organización Democracia Nacional es la responsable del suceso.
Los agentes comprobaron que en una persiana del local de SOS Racismo, en el número 3 de la calle de Lavapiés, había una bengala encendida. Los activistas de la ONG sospechan que el grupo de extrema derecha tenía el objetivo de meterla dentro de la sede a través del buzón. En los dos balcones del primer piso también había una pancarta de cuatro metros de largo por 70 centímetros de ancho con la leyenda "Denunciáis a los que protegen nuestras fronteras. Alto a la invasión. Los españoles también nos ahogamos. SOS Racismo, organización anti españolista".
En el portal de la ONG también había cinco pegatinas con la leyenda "Seis millones de parados. Seis millones de inmigrantes a su casa. Recuperemos nuestro país. Los españoles primero. www.democracianacional.org".
El grupo Democracia Nacional adjuntó en su pagina web la foto de "la protesta realizada esta mañana en la sede de SOS Racismo". Su objetivo, según el grupo, era denunciar, "a aquellas organizaciones que, escudadas en un hipócrita humanitarismo, han vertido todo tipo de denuncias en relación con los recientes sucesos acaecidos en la valla fronteriza de la ciudad de Ceuta". Los dos muñecos, dicen, representan "una madre y su hijo ahorcados, que simbolizan la desesperación de los españoles ante la crisis".
Lluc Sánchez, un portavoz de SOS Racismo, aseguró que la ONG llevará a cabo las acciones legales necesarias contra los responsables. Contó, además, que nunca habían recibido amenazadas y que es la primera vez la sede del grupo sufre un ataque. "Estamos analizando algunas medidas de seguridad", afirmó.
"Con la crisis, era esperable el repunte de grupos de extrema derecha", opinó Ione Belarra, otra activista de la ONG. Asimismo, añadió que se trata de un fenómeno que "debe ser atajado lo más rápido posible".
En un comunicado, SOS Racismo expresó que el suceso fue "una gravísima amenaza contra nuestros activistas y contra nuestra actividad de lucha a favor de los derechos humanos que no vamos a permitir". Y calificó el ataque como una "exaltación del fascismo y del odio al diferente que no estamos dispuestos a tolerar".
"Seguiremos con más fuerza aún con la actividad en pro de los derechos humanos y contra el racismo y la discriminación que desde hace más de 20 años SOS Racismo Madrid lleva realizando", finalizaron.
El portavoz de Justicia de Izquierda Unida en la Asamblea de Madrid, Mauricio Valiente, registró una pregunta en el Parlamento regional para que el Gobierno de la Comunidad de Madrid "explique qué acciones va a llevar a cabo en el ámbito de su competencia y además condene públicamente estos hechos".
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