Varios usuarios de una conocida cadena de gimnasios de Madrid asisten día sí y otro también a cómo un grupo de radicales del Rayo Vallecano, de los llamados «bukaneros», acuden a entrenar.
Hasta ahí, todo normal. La cuestión es que lucen camisetas con sus eslóganes, del tipo: «Ni nazis ni ambiguos. Se ha abierto la veda, hijos de puta».
«Entre ellos está el conocido Alfon, el joven que fue encarcelado durante meses después de que la Policía le arrestara en la última huelga general portando material explosivo», explica uno de los muchos clientes del gimnasio, ubicado en la avenida de la Albufera (Puente de Vallecas).
«Vienen siempre en grupo, vestidos como si fueran a una manifestación, con camisetas con mensajes que considero inapropiados e intimidatorios», relata una usuaria.
«Nunca les he visto meterse con nadie, pero es cierto que es el típico grupo que infunde respeto... Si fuera el gimnasio de una prisión, serían los amos», ironiza otro deportista.
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