La década de los 80 en Madrid, origen de tantas efervescencias, también vio nacer y desplegarse a un 'outsider' del barrio de Campamento. Un artista con el reloj adelantado. Un genio del 'spray' cuando Banksy apenas dejaba de gatear. Un héroe urbano de cuyo trabajo, sin embargo, apenas queda rastro.
El tiempo ha jugado siempre en contra del grafitero 'Muelle' y suemblemática firma de la madrileña calle de la Montera. Deteriorada por la meteorología durante casi dos décadas y media. Abandonada a su suerte en un escenario urbano asociado a la urgencia. Jeroglífica, apenas intuida por la gran masa ciudadana. Expuesta al vandalismo. Invisible para las administraciones y la cultura oficial…
La caligrafía del pionero del arte con aerosol en España, la única intervención propia que sobrevive en el centro de la capital, parecía irremediablemente abocada a la categoría de rareza y al culto fetichista. Ahora se enfrenta a su supervivencia.
Cubierta con una malla y rodeada por un andamio amaneció el viernes la propiedad sita en el número 30 de la céntrica calle, en cuya fachada dejó su inconfundible 'tag' Juan Carlos Argüello (Madrid, 1966-1995). Se trata de una intervención de emergencia por parte del área de Urbanismo en un inmueble vacío.
Sin embargo la actuación, al menos en su fase inicial, ha hecho saltar la alarma en la Plataforma por la declaración de la firma de 'Muelle' como Bien de Interés Cultural (BIC). "Poner la red antes de consolidar la firma es un peligro, tal y como está tal y como está puede haber perdido todas las zonas que se conservaban medio levantadas. Hace falta un tratamiento de consolidación de urgencia para protegerlo", comenta la conservadora y restauradora Elena Gayo, una de las impulsoras del colectivo.
En torno a esta especialista y a Fernando Figueroa, doctor en Historia del Arte, comenzó a constituirse en 2010 un grupo que reclama el cuidado y puesta en valor de lo que consideran "un trozo de memoria, algo vivo".
"Es testimonio de una época histórica, los 80 en Madrid, donde se pasó de la represión y el miedo a una forma de vivir abanderada por la juventud, en la que se exploraban los márgenes de libertad con una gran inocencia, ingenuidad e idealismo que emparentaba con el espíritu juvenil del rock", contextualiza Figueroa.
También es la huella de una época de la que quedan muy pocos testimonios en la calle. En el barrio de Malasaña es posible encontrar algunos locales de entonces que todavía perduran (El Penta, La Vía Láctea), pero visualmente queda muy poco en la calle. Una firma así tiene un peso indudable".
Maestro de los 'flecheros'
Javier Abarca, que imparte una asignatura anual sobre arte urbano en la Universidad Complutense de Madrid, va incluso más allá. "Fue la primera persona en España en practicar grafiti, el único escritor de grafiti de Madrid durante muchos años y por tanto, un fenómeno social. Detrás de él vino una generación que siguió su estela", comenta en relación a los denominados 'flecheros', émulos o simples admiradores del lenguaje creado por 'Muelle' y diferenciado del procedente de EEUU.
Abarca tiene claro que 'in situ' o mediante un traslado, la pieza debe mantenerse. "Aunque estas formas de arte en principio no tienen intención de perdurar, en casos como éste merecen la pena ser preservadas, aunque sea descontextualizándolas. Posee un valor cultural enorme y merece poder ser estudiado".
Con estos argumentos y el aval de alrededor de 300 profesionales del ámbito del Patrimonio, la Conservación y la Historia del Arte se presentó la plataforma ante la Comunidad de Madrid. José Luis Martínez-Almeida, director general de Patrimonio Histórico, denegaba hace un año su "protección específica" como BIC y su inclusión en el Inventario de Bienes Culturales de la Comunidad de Madrid.
Con todo, dejaba cierto margen para la esperanza. "Se entiende la conveniencia de adoptar las medidas oportunas que, de forma preventiva, garanticen su adecuada conservación y aseguren su preservación ante cualquier daño o peligro de deterioro", reza el documento al que ha tenido acceso ELMUNDO.es. En él, daba traslado del asunto a la Directora General de Infraestructuras Culturales del Ayuntamiento, Mª del Carmen Rojas.
Relevada en el cargo días atrás por Pilar Sedano, antigua jefa del Departamento de Restauración del Museo del Prado y el Reina Sofía, la noticia ha sido bien recibida por la Plataforma, que confía en desbloquear la situación.
"Me consta que se está intentando contactar con el concejal del Distrito Centro. El gran problema es que el edificio es de titularidad privada. Pero hemos formado un grupo de restauradoras voluntarias y, si nos dejan, subiremos al andamio a hacer lo que podamos por salvar la firma de lo que haya dejado el roce de la red".
Un salto que, literalmente, firmaría el propio 'Muelle'.
Maestro de los 'flecheros'
Javier Abarca, que imparte una asignatura anual sobre arte urbano en la Universidad Complutense de Madrid, va incluso más allá. "Fue la primera persona en España en practicar grafiti, el único escritor de grafiti de Madrid durante muchos años y por tanto, un fenómeno social. Detrás de él vino una generación que siguió su estela", comenta en relación a los denominados 'flecheros', émulos o simples admiradores del lenguaje creado por 'Muelle' y diferenciado del procedente de EEUU.
Abarca tiene claro que 'in situ' o mediante un traslado, la pieza debe mantenerse. "Aunque estas formas de arte en principio no tienen intención de perdurar, en casos como éste merecen la pena ser preservadas, aunque sea descontextualizándolas. Posee un valor cultural enorme y merece poder ser estudiado".
Con estos argumentos y el aval de alrededor de 300 profesionales del ámbito del Patrimonio, la Conservación y la Historia del Arte se presentó la plataforma ante la Comunidad de Madrid. José Luis Martínez-Almeida, director general de Patrimonio Histórico, denegaba hace un año su "protección específica" como BIC y su inclusión en el Inventario de Bienes Culturales de la Comunidad de Madrid.
Con todo, dejaba cierto margen para la esperanza. "Se entiende la conveniencia de adoptar las medidas oportunas que, de forma preventiva, garanticen su adecuada conservación y aseguren su preservación ante cualquier daño o peligro de deterioro", reza el documento al que ha tenido acceso ELMUNDO.es. En él, daba traslado del asunto a la Directora General de Infraestructuras Culturales del Ayuntamiento, Mª del Carmen Rojas.
Relevada en el cargo días atrás por Pilar Sedano, antigua jefa del Departamento de Restauración del Museo del Prado y el Reina Sofía, la noticia ha sido bien recibida por la Plataforma, que confía en desbloquear la situación.
"Me consta que se está intentando contactar con el concejal del Distrito Centro. El gran problema es que el edificio es de titularidad privada. Pero hemos formado un grupo de restauradoras voluntarias y, si nos dejan, subiremos al andamio a hacer lo que podamos por salvar la firma de lo que haya dejado el roce de la red".
Un salto que, literalmente, firmaría el propio 'Muelle'.
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