Los prolegómenos del partido entre el Celta y el Deportivo de ayer en Balaídos estuvieron marcados por los cánticos de la afición local, en su mayoría contra el eterno rival, pero sin registrarse incidentes ni altercados.
Los momentos de tensión llegó a falta de menos de media hora para el comienzo del partido, cuando medio centenar de aficionados radicales del Celta se enfrentaron a los miembros de la Policía Nacional, que realizaron varias cargas. Como consecuencia de estos incidentes, retuvieron a algunos de los hinchas.
Resultaron unas machas en una tarde de tranquilidad que se complicó algo con el paso de los minutos. La llegada de los equipos, uno de los momentos más temidos, discurrió sin incidentes. A las 18:40 horas llegó el autocar del Celta y unos tres minutos después lo hizo el del Deportivo, que se paró detrás del de los locales. Esto hizo que los aficionados se quedara a muchos metros de los futbolistas deportivistas. De esta forma, los escasos objetos lanzados se quedaron lejos de los futbolistas visitantes.
A lo largo del partido, el incidente más destacado y que fue recogido en el acta arbitral fue el encendido de una bengala en la zona donde se ubican los aficionados radicales del Celta.
No obstante, al final del encuentro, se volvió a producir alguna que otra carga policial, que fue criticada por varios aficionados a través de Twitter.
Como resumen, se vivió un derbi tranquilo y con varios incidentes, pero muy lejos de los graves disturbios producidos en el encuentro de la campaña pasada.
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