BIENVENIDOS

Este Blog tiene como objetivo formar a todos los interesados en esta realidad social las bandas juveniles

bandasjuveniles@hotmail.com

domingo, 13 de julio de 2014

Un agujero en la defensa de la Ertzaintza


El ascenso del Eibar a Primera División y el hecho de que Athletic de Bilbao y Real Sociedad -además del Baskonia de baloncesto- puedan jugar competiciones europeas en una misma temporada ha generado una honda preocupación en el seno de laBrigada Móvil, la unidad antidisturbios de la Ertzaintza que cuenta con unos 400 efectivos pero que, desde la reestructuración interna de los últimos meses, dedica "un 80%" de sus esfuerzos a los traslados de presos. Mandos intermedios de BrigadaMóvil explican a este periódico que los despliegues en recintos deportivos de laPolicía vasca son "muy deficientes" y que la coordinación con la seguridad privada es insuficiente. Denuncian que hay "servilismo" hacia los grupos de aficionados más "radicales" y temen que la multiplicación de eventos en los próximos meses pueda derivar en complicaciones no deseadas. "La percepción de quien la va a liar en la grada es, ahora mismo, de impunidad", lamentan.

Aunque sean dos materias sin ninguna relación entre sí, los agentes consultados señalan como un problema añadido para el control de eventos deportivos la asunción por parte de la Brigada Móvil de la función traslado de presos, básicamente entre las cárceles y los hospitales, tras la supresión de las unidades especializadas de Vitoria(Nanclares-Zaballa), Basauri y San Sebastián(Martutene). Un informe no oficial elaborado por un suboficial muestra cómo sus vehículos realizan "17.000 kilómetros adicionales" a la semana desde que se produjo este cambio. En una reciente comparecencia en elParlamento, los sindicatos policiales Erne y CCOO-Ertzaintza también denunciaron esta situación.
"Esto reduce el tiempo para entrenamiento. Con la excesiva carga de trabajo, el componente de especialidad de la Brigada Móvil se está difuminando", remarcan integrantes de la unidad. Recuerdan que uno de los objetivos tras la muerte de ÍñigoCabacas en una carga policial ocurrida tras un partido de fútbol en Bilbao era, precisamente, que sólo los especialistas hicieran labores antidisturbios y que los equipos de Seguridad Ciudadana no volvieran a cargar en caso de incidentes.

Para quienes conocen el día a día de la Brigada Móvil, es una "evidencia" que la seguridad en el deporte no constituye una prioridad para los responsables de la Ertzaintza. Todavía aparecen como cercanos en el tiempo, por un lado, la sucesión de sobresaltos durante la temporada 2011/2012, en la que el Athletic jugó competición europea, y, por otro, los incidentes registrados en Anoeta durante el amistoso Euskadi-Bolivia de laNavidad de ese año. La investigación oficial puso de manifiesto las deficiencias en el control de acceso al estadio: los ultras colaron por las ventanas de los urinarios 70 bengalas y hubo una batalla campal en las gradas que dejó una docena de agentes y aficionados heridos. Extraoficialmente, los ertzainas denunciaron también que había órdenes directas de actuar con mesura o de no transmitir una imagen agresiva con el uniforme antidisturbios, hasta el punto de que no se les permitió llevar escudos y casco.

Y las cosas desde entonces no han cambiado, según las fuentes consultadas. Ni siquiera se ha impedido que la plataforma Esait vuelva a organizar partidos de la selección vasca tras lo ocurrido, "cosa que habría sido lo normal en cualquier país". "A nosotros no nos ponen en las puertas y yo nunca he visto a un guarda de seguridad impedir el acceso de personas bajo los efectos del alcohol y las drogas", apunta un ertzaina con experiencia de años en estadios de fútbol y otros eventos como ejemplo del descontrol en estos recintos.

Tiene más quejas: "Nosotros hemos puesto denuncias [la Ley del Deporte abre la puerta a multas de hasta 3.000 euros en caso de infracciones graves] y desde arriba las han quitado. Hay connivencia con determinadas peñas radicales.Se pacta hasta qué pancarta pueden sacar o no. Recuerdo que una vez, en SanMamés, nos limitamos a contar cuántas bengalas había, sin poder hacer nada. Lanzaron 48". Entre los ertzainas preocupa que no se quiera ver que en elPaís Vasco existen grupos ultra de extrema izquierda consolidados (Herri Norte en Bilbao, Iraultza 1921 en Vitoria y Peña Mujika en San Sebastián), que organizan con frecuencia quedadas en puntos que son perfectamente conocidos por la Policía para pegarse con aficiones rivales y que, si tienen oportunidad, se unen para enfrentarse a los grupos de extrema derecha que consideran enemigos.
"Nadie controla que los aficionados más radicales, que tienen impedido el acceso a recintos deportivos [tras sucesivos encontronazos con la Policía], entren al campo. Y es simplemente porque no existe un libro de registro con las sanciones aunque les conozcamos perfectamente", lamentan en la Brigada Móvil.

A todo esto se añade que los despliegues para eventos deportivos son mucho más limitados que en otros países. En los incidentes de Anoeta sólo había 14 antidisturbios para 1.000 ultras. "Tienen que equipararse a lo que ocurre en Europa. En cualquier partido en Alemania o Inglaterra hay muchos más policías. ¿Qué pasa? Que eso es más caro", señaló entoncesRoberto Seijo, secretario general del sindicatoErne, que defiende la teoría de que, a másPolicía, no sólo mayor seguridad, sino también menos contundencia a la hora de intervenir ante altercados.
Está por ver cómo afecta la nueva Ley de Espectáculos Públicos propuesta por el Gobierno vasco, que plantea un copago de la seguridad adicional que exija un evento de masas en caso de que haya un "alto riesgo" de incidentes. En principio, en la temporada recién finalizada el Departamento de Seguridad sólo entendió que cuatro partidos tuvieron riesgo especial, todos de la Real Sociedad y dos de ellos correspondientes a sus partidos Champions League.

Un problema en Ipurua
Sin embargo, el elemento diferencial para la nueva temporada deportiva es el concurso en Primera División de un tercer club vasco, el Eibar. La nueva categoría exigirá también reforzar la seguridad en el estadio de Ipurua, que además no tiene perfectamente delimitada una zona para separar a los aficionados que puedan venir de fuera de la hinchada local. Aunque es una plaza más tranquila, la Er-tzaintza ha detectado ya algunas primeras peleas promovidas en las inmediaciones de Ipurua.

Los antidisturbios se preguntan qué ocurrirá si se solapan eventos deportivos. En Vitoria, este año ya han coincidido con frecuencia choques del Alavés y del Baskonia. En algunas actas se ha hecho constar que las mismas dotaciones estaban custodiando el campo de fútbol y el pabellón de baloncesto, cuando los separa una distancia considerable. "Obviamente no estábamos en los dos sitios", constantan los agentes que participan en esos operativos.

El temor principal es que se simultaneen encuentros internacionales, que de entrada exigen una mayor movilización de efectivos. Se puede dar el caso de que, si el calendario lo quiere, coincidan en una misma franja horaria el Athletic, la Real Sociedad y elBaskonia. "No pasa nunca nada. Pero, ¿y si pasa?", se preguntan en la Ertzaintza.

No hay comentarios: