En pleno auge, incorporando a nuevos miembros, muchos de ellos madrileños, y en estado “latente” o “durmiente”. Así es como describen la policía y la Guardia Civil la situación en la que se encuentran las distintas bandas latinas que operan en la región. Pese a que en 2011 redujeron su actividad delictiva, estas bandas sufrieron el pasado año su mayor oleada de detenciones, con más de 370 arrestos.
Como informa Octavio Fraile en 20minutos.com, estas operaciones policiales descabezaron las cúpulas de bandas como los Latin Kings o los Ñetas. Eso no disminuyó su poder y capacidad de influencia: “Se mueven menos y han relajado su estética, pero están inmersos en un proceso de captación de nuevos seguidores”, explica David Madrid, miembro del Sindicato Unificado de Policía (SUP) y experto en tribus urbanas. “Son más y se alimentan de españoles. Antes ya se había registrado algún caso de españolas que se emparejaban con los jefes de estas pandillas, pero ahora es algo mucho más habitual. Y no son parejas, sino miembros activos del grupo”, explica Pedro Gallego, agente de la Guardia Civil especialista en maras y bandas latinas.
Más arrestos
Según fuentes policiales, los 370 arrestos de 2011 son un récord en detenciones de tribus urbanas. Un centenar de ellas fueron de menores de edad (en 2010 se registraron 44 arrestos, y en 2009, 54). Sin embargo, apenas se produjeron delitos graves. Una escaramuza entre bandas rivales en junio, en la que un pandillero sufrió la mutilación de su brazo, y una denuncia por violación fueron los hechos más destacables, muy lejos de los 15 homicidios que se imputan a estas bandas desde el año 2000 en la región.
”No actúan porque muchos de estos nuevos integrantes están creando historial. Cuando delinquen, suele ser por motivos de venganza y luchas de poder, y para ello necesitan estar más tiempo dentro de la banda”, asegura Bárbara Scandroglio, psicóloga social especializada en violencia juvenil. “Dentro de unos meses no sería extraño si viéramos a un español detenido”, apostilla. El posible recrudecimiento de sus crímenes se reconoce incluso desde la Fiscalía de Madrid. “El descenso de la actividad delictiva de estas bandas no impide un rebrote en cualquier momento”, asegura en la última Memoria.
“Acogen a sus miembros en los institutos, barrios, centros de menores y cárceles. Los madrileños se ven seducidos por su fácil acceso a las drogas y al sexo, y ellos les aceptan porque ya no son tan estrictos”, explica Gallego.
Las pandillas
Latin kings: Han vuelto por sus fueros tras la gran operación que se saldó con el arresto de 54 miembros en 2010. Son más discretos, pero siguen de protagonistas.
DDP: Los Dominicans Don’t Play se han establecido como la segunda banda más peligrosa. Están en Villaverde, Centro, Tetuán y Carabanchel.
Ñetas: Antes eran los grandes enemigos de los Latin Kings. Hoy se disputan el control de Puente de Vallecas.
Trinitarios: Nacidos de una escisión de los DDP. Son muy violentos, aunque desorganizados.
Blood: Muy similares a los Latin Kings, fueron descabezados hace dos años. Se encuentran en pleno relevo generacional.
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