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martes, 30 de abril de 2013

Sentencia en Gijon. Libertad Ultras. Reflexionemos

La magistrada que investiga la violenta pelea que tuvo lugar en diciembre del año 2009 en el barrio de La Arena y en la que se vieron involucrados medio centenar de aficionados radicales del Sporting y del Sevilla ha decidido archivar la causa que se había abierto contra los 31 detenidos tras este suceso, ya que, aunque «los hechos son constitutivos de infracción penal», «no existen motivos suficientes para atribuir la perpetración de tales infracciones a personas determinadas».



La Policía detuvo a radicales de ambos bandos por estos hechos, aunque ahora la juez resalta que solamente los aficionados sevillistas fueron identificados en la zona y que en torno a la participación de hinchas del Sporting sólo hay «sospechas».

La magistrada basa el archivo de la causa, en primer lugar, en que «los lesionados, en su mayoría seguidores del Sevilla», «no identifican a sus agresores», como tampoco lo pudieron hacer los propietarios de los establecimientos comerciales situados en La Arena, que sufrieron numerosos daños como consecuencia de la batalla campal.


La identificación no fue ni tan siquiera posible «a través de las grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona». 


Las agresiones no pueden atribuirse a los acusados «por el mero hecho de haber sido identificados en el lugar, por pertenecer o estar vinculados al grupo Ultra Boys, por constar en los archivos policiales por altercados similares, por haber comprado el día anterior bengalas o palos, o incluso por haber sido trasladados a un centro sanitario para ser asistidos de las lesiones sufridas».


 Para la magistrada, esto sólo determina la condición de perjudicado, ya que la única forma de exigir responsabilidad «sería de forma genérica por su participación en una riña tumultuaria». Una figura penal, resalta la encargada del caso, que tampoco sería aplicable en este procedimiento, ya que los únicos que fueron identificados en la zona -los seguidores del Sevilla- «niegan haber participado de forma activa en la trifulca con los seguidores del Sporting o haber concertado un encuentro con los mismos, sin que esto tampoco resulte acreditado al no observarse en el lugar banderas, distintivos o un grupo más o menos numeroso de seguidores del Sporting más allá de la mera sospecha de su participación en los hechos».


El segundo grupo de la brigada de información de la Comisaría aseguraba en el informe presentado ante el Juzgado que ambos grupos de aficionados radicales se habían retado días antes de la pelea a través de mensajes de móvil y correos electrónicos. Además de estas pruebas los investigadores aportaban las facturas de los palos que los radicales habían comprado apenas unas horas antes de la trifulca en un centro comercial y que fueron incautados el día de la pelea. La causa de la pelea para los agentes estaba clara: la agresión que varios aficionados del Sporting habían sufrido en Pola de Siero. Además a estas pesquisas se sumaban las grabaciones de la cámara de seguridad.


La fiscalía superior del Principado de Asturias había solicitado hace varias semanas a la magistrada el archivo de la causa que finalmente se ha llevado a cabo. Se da la circunstancia de que hace meses los tribunales también archivaron la causa que se seguía contra varios aficionados de Ultra Boys que habían sido detenidos por la pelea que tuvo lugar en la zona del Kilometrín en agosto de 2011 y en la que los gijoneses se enfrentaron con la afición del Génova minutos antes de un partido del «Villa de Gijón».


«Nadie va a poder con nosotros. Enhorabuena por lo de Gijón». Los aficionados radicales del Sevilla celebraban ayer de esta manera a través de las redes sociales el archivo de la causa penal que se seguía en el Juzgado de instrucción número 1 de Gijón contra diez de sus compañeros que fueron detenidos en la violenta pelea que tuvo lugar en las calles de La Arena. A lo largo de toda la jornada las cuentas oficiales en Twitter de los grupos de jóvenes asociados al Sevilla celebraron la «victoria» que, a su juicio, supone el archivo de la causa penal que se seguía contra ellos.



Se repite la misma historia. El juzgado de lo Penal número 1 de Gijón ha archivado la causa por la batalla campal que tuvo lugar el 13 de diciembre de 2009 entre ultras del Sporting y del Sevilla F. C. en el barrio de La Arena. Hubo una treintena de detenidos y 18 heridos de gravedad. El fallo judicial considera que no queda suficientemente probado que los arrestados hayan participado en la trifulca. Igual razonamiento con el que el mismo juez, Lino Mayo, argumentó el sobreseimiento de la brutal pelea que enfrentó a las hinchadas del Sporting y del Génova en agosto de 2011. En ambos casos, la mayoría de los arrestos se practicaron en el mismo lugar de los hechos y el respaldo de la investigación se completó con imágenes de las peleas y de los involucrados.
La fiscalía del área de Gijón presentó meses atrás un informe ante el juzgado de Instrucción solicitando el sobreseimiento, al que se añadió la otra parte presentada, el Ayuntamiento de Gijón, por los numerosos desperfectos ocasionados por la trifulca entre ambas hinchadas.
El magistrado considera que «no existen motivos suficientes para atribuir la perpetración de tales infracciones a persona o personas determinadas, pues por un lado los lesionados (la mayoría seguidores del FC Sevilla) no identificaron a sus agresores; ni tampoco lo hicieron los perjudicados», entre los que se encuentran numerosos hosteleros y propietarios de vehículos que sufrieron la rotura de cristales. «Tampoco es posible realizar las identificaciones a través de las grabaciones recogidas de las cámaras de seguridad», añade.
La fiscalía se pronuncia en el mismo sentido que el magistrado, explicando de forma tajante en el auto que «la imputación de una agresión o un daño concreto no cabe atribuirla a una persona por el mero hecho de haber sido identificado en el lugar, por pertenecer o estar vinculado al grupo Ultra Boys o constar en los archivos policiales por altercados similares o por haber comprado el día anterior bengalas o palos, incluso haber sido trasladado a un centro sanitario para ser asistido de las lesiones sufridas, ya que ello únicamente determinaría su condición de perjudicado o, como mucho, su presencia en el lugar en la fecha y la hora en la que tuvieron lugar los hechos».
Es un nuevo varapalo al Cuerpo Nacional de Policía, que ya el pasado mes de octubre vio cómo el mismo juez daba al traste con las investigaciones llevadas a cabo en torno a la trifulca entre los radicales del Sporting y el Génova en el parque del 'Kilometrín' momentos antes de que se celebrase un partido amistoso.
Violentos impunes
Con el nuevo auto del juez Lino Rubio Mayo quedan impunes y sin juzgar los participantes en las dos trifulcas más violentas de las ocurridas en la ciudad en la última década y que en ambos casos estuvieron relacionadas con radicales del fútbol. La Comisión Antiviolencia había propuesto para sanción a un total de 67 aficionados por la trifulca del barrio de La Arena. Cada uno de los implicados fue multado con 60.001 euros por lo que el órgano de control dependiente del Ministerio del Interior consideró una infracción «muy grave». En total, más de 4 millones de euros, es decir, la más alta cuantía impuesta los clubes españoles de fútbol por incidencias en los últimos siete años.
El Cuerpo Nacional de Policía estimó que en el ataque pudieron participar unas cien personas, armadas con bengalas, palos, paraguas, pinchos, botellas rotas y tornillos. Las fuerzas de seguridad no tenían constancia del desplazamiento de los radicales sevillistas, que viajaron en furgonetas alquiladas. Hubo 18 heridos, varios de ellos viandantes que se cruzaron en su camino. Las hinchadas se juntaron en el barrio de La Arena, supuestamente tras retarse y citarse por teléfono móvil.
Se produjo entonces la batalla campal. Lunas rotas, escaparates fracturados, mobiliario urbano destrozado... Solo la rápida intervención de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía puso freno a la desmedida violencia ocurrida en plena calle a mitad de una tarde de domingo. La mayoría de las detenciones tuvo lugar en el mismo lugar de los hechos y a muchos de los supuestos implicados se les llegó incluso a ocupar material que presuntamente habían utilizado como arma.
Las pruebas no parecen ser suficientes. Lo mismo que ocurrió en la intervención por la policía con las dos hinchadas radicales del Sporting y del Génova, presenciado incluso por numerosos menores que acudían con sus padres al partido.

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