Un joven muere en Puente de Vallecas durante una reyerta

Ramiro David M. V., de 20 años, murió anoche en el distrito de Puente de Vallecas en una disputa entre bandas latinas violentas opuestas, según las primeras investigaciones de la policía. La víctima recibió una herida con una botella en la parte baja del pecho izquierdo que afectó a algún vaso sanguíneo importante, lo que le hizo perder la vida en cuestión de minutos. Este crimen eleva a 17 las muertes violentas registradas en la región en lo que va de año.

Los hechos ocurrieron alrededor de las nueve de la noche cuando un numeroso grupo de jóvenes se encontraba frente al número 9 de la calle de Tánger. Según explicaron algunos testigos, se acercó otra banda de chavales y se inició una reyerta. En el transcurso de la discusión dos de ellos cogieron una botella y la estrellaron contra el pecho de Ramiro David. Este fue andando unos 50 metros, mientras dejaba un reguero de sangre en el suelo hasta que cayó desfallecido junto a unos coches aparcados en batería.

Cuando llegaron los facultativos del SAMUR, el chaval se hallaba boca arriba y unos cuantos amigos intentaban taponarle la herida, por la que sangraba abundantemente. Los sanitarios intentaron reanimarle durante media hora, pero al final solo pudieron certificar su muerte, según informó una portavoz de Emergencias Madrid. Los psicólogos del SAMUR atendieron a los amigos del fallecido y después a la hermana y a la madre. La familia de Ramiro David había vivido en la zona de la calle de Tánger unos seis años hasta que se marchó a una nueva vivienda más alejada. Sin embargo, él seguía manteniendo allí sus amistades por lo que frecuentaba la zona. El fallecido, de origen ecuatoriano, tenía desde hacía la nacionalidad española.

Los agentes del Grupo VI de Homicidios investigan el crimen junto con los especialistas en bandas latinas de la Brigada Provincial de Información de Madrid. Las primeras pesquisas apuntan a que la víctima ha podido intentar integrarse en los Latin King. De hecho, fuentes policiales afirman que estaba en fase de estudio para sumarse a este grupo violento. Esto hace suponer a los investigadores que los atacantes pueden pertenecer a la banda rival de Los Ñetas. El fallecido llevaba un vistoso rosario color morado colgado del cuello. Llevaba una camiseta clara y pantalones vaqueros, que quedaron manchadas por la sangre.

Los agentes de Información interrogaron a los amigos de la víctima, que vieron perfectamente a los atacantes y que, supuestamente, pueden identificar a los autores del mortal corte. El cuerpo fue trasladado pasadas las once de la noche al Instituto Anatómico Forense, donde hoy se le practicará la autopsia. Los amigos del fallecido no paraban de presignarse y de rezar por él mientras los funerarios lo trasladaban a la furgoneta. La madre fue trasladada a su vivienda, donde estaba el hijo pequeño, de unos 12 años que no sabía nada del fallecimiento de su hermano.