La vuelta de las semifinales de la Copa dejó otras noticias, además de la eliminación del Barcelona de la competición. Los radicales han vuelto al Camp Nou. Una bengala fue lanzada por aficionados violentos azulgrana sobre unos 500 seguidores del Madrid, que estaban en la tercera gradería del Gol Sud, la misma que en la zona baja ocupaban radicales del Barça. Todavía encendido, el artefacto fue devuelto grada abajo y cayó sobre un grupo de seguidores del equipo local que nada habían tenido que ver en el asunto.
La bengala, que no causó heridos, es una evidencia de que los avances realizados durante el mandato de Joan Laporta para alejar a los violentos del campo han caído en saco roto desde la llegada de Sandro Rosell a la presidencia. Al parecer, el estadio acoge finalmente una especie de grada de animación encubierta.
Fuentes policiales confirmaron a tener constancia del regreso de los radicales al estadio años después de que fueran vetados. El club les facilita entradas desde el mes de enero que ellos, supuestamente miembros de los Boixos Nois, revenden como y a quien quieren. Las mismas fuentes señalan que se han incautado de armas blancas en los registros efectuados a las puertas del estadio y confirman la presencia de radicales en algunos desplazamientos del equipo.
La grada de animación fue una de las promesas electorales de Sandro Rosell, un compromiso sobre el que, según algunas fuentes, hay acuerdo firmado y que se gestó en contra de la opinión de algunos de los directivos que ya durante la campaña le aconsejaron al presidente alejarse de los radicales, porque sabían de sus amenazas y coacciones.
Consultados al respecto, los Mossos d'Esquadra argumentaron su objeción a la creación de la grada de animación al considerar que el proyecto no garantizaba la seguridad en el campo, como se vio el martes, por lo que oficialmente el Barça desestimó el proyecto: “No se hará ni con los Fanàtics (grupo de animación vinculado al proyecto), ni con las peñas, ni con el Club Súper3, ni con nadie”, aseguró el vicepresidente, Jordi Cardoner.
Ha ocurrido que el club no ha vuelto a consultar a los Mossos, estos no pueden controlar a quién cede entradas el Barça y, consecuentemente, los violentos campan otra vez a sus anchas en el Gol Sud, según denuncian varios socios que han empezado a sufrir su regreso.
Los Mossos tuvieron que escoltar el martes al grupo de aficionados del Madrid, incluidos algunos miembros reconocidos de los Ultra Sur. Los radicales del Barça, que les esperaban en los alrededores del estadio, les lanzaron al menos tres bengalas, como puede verse en un vídeo colgado en You Tube por los propios Boixos Nois en el que se escuchan amenazas a los ultras madridistas: “Estáis muertos”, les gritaban
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