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RUBÉN ELIZARI . PAMPLONA . Lunes, 13 de septiembre de 2010 - 01:29 h.El 25 de agosto, sobre las 23.40 horas, Policía Municipal de Pamplona recibió una llamada en la que se le informaba de que se estaba produciendo una pelea en la calle Beriáin en la que participaban un grupo numeroso de personas. Al llegar, encontraron a un joven herido de 19 años, dominicano, y vecino de Ansoáin. Explicó a los agentes que, mientras paseaba, había recibido una paliza por parte de varios jóvenes latinos y señaló que desconocía las posibles causas del altercado.
Poco después, los agentes de la Policía Municipal de Pamplona detenían a siete personas acusadas de haber participado en esa pelea con navajas y bates de béisbol.

La Policía Municipal de Pamplona explica que existen dos grupos que se hacen llamar "Los Escorpiones" y "Los Sangre", y aunque no se dedican a la comisión de delitos, hay constancia de algunas peleas entre ellos. Desde que surgió este problema en 2006, los agentes de la Policía local han identificado con nombre, apellidos e incluso con fotografías a más dos centenares de personas para aplicar una política de "tolerancia cero" en los casos que se puedan detectar armas blancas o cualquier objeto que pudiera resultar peligroso. Los agentes conocen sus hábitos y las zonas que frecuentan. Además, tres agentes han recibido formación específica en esta materia.

Episodios puntuales

El grupo de "Los Escorpiones" fue formado hace tres años por tres jóvenes, dos dominicanos y un peruano, menor de edad. Al menos uno de ellos tiene adiestramiento militar y ha pasado por los calabozos de la Policía Municipal de Pamplona en varias ocasiones por agresiones y heridas por arma blanca. Su instrucción militar la recibió en el ejército, de donde fue expulsado. Este grupo, formado por unos 20 jóvenes de entre 15 y 17 años, intentaba establecerse como banda, algo que no han conseguido. Desde Policía Municipal de Pamplona señalan que no son peligrosos y que tratan de imitar a las bandas de otras ciudades.

El segundo grupo aglutina a otros siete y también lo conforman una veintena de jóvenes que lo crearon como autodefensa para evitar las represalias del primero.

En las dependencias del cuerpo de seguridad local también reconocen que para que los jóvenes sean admitidos en el grupo debían superar ciertas pruebas como dar un pinchazo a alguien con una navaja o incluso aguantar una paliza de los otros miembros del grupo. Estas agresiones se localizaron en fechas concretas y en lugares como la Vuelta del Castillo durante el año pasado. Los investigadores de Policía Municipal destacan que cada vez se incorporan a estas bandas a una edad más temprana.

Las condiciones sociales y económicas de Pamplona hacen que resulte muy complicada la implantación de una banda como puede ocurrir en otras ciudades españolas, como Madrid o Barcelona. No existen barrios marginales o inaccesibles para las fuerzas del orden. Y además, los componentes de estos grupos ni estudian ni residen en zonas comunes, algo que dificultaría su implantación.

Lo que sí preocupa a los agentes son las grandes concentraciones de personas de origen latino por las noches de los fines de semana en el barrio de San Juan.