El Rayo-Real Madrid pasó ayer a la historia por un sabotaje eléctrico que dejó medio Campo de Fútbol de Vallecas a oscuras y obligó a Fernández Borbalán a suspender el partido, que se jugará hoy.
El problema se detectó en torno a las 20:30 horas. Los focos del lateral correspondiente a la calle Arroyo del Olivar no se encendieron y el club vallecano movilizó rápidamente a sus operarios pensando que era un fallo eléctrico por la fuerte tromba de lluvia que caía sobre Madrid. Sin embargo, pronto se descubrió que los 25 cuadros eléctricos que controlaban los 50 focos del lateral habían sufrido destrozos.
El presidente del Rayo, Raúl Martín Presa, lo hizo público en Canal+: "Ha sido un sabotaje, unos vándalos han cortado los cables. Sólo pudieron hacerlo escalando, porque están en la cubierta. Es de un acceso muy complicado. Fue un atentado contra nuestro estadio". El club desveló a través de su Twitter la foto de uno de los cuadros saboteados (imagen superior derecha) y sospecha que, además, fue una acción muy bien planificada porque los autores sabían lo que hacían, ya que había peligro de electrocución. Además había transformadores en otras zonas del estadio que también habían sido dañados.
También se piensa que los saboteadores pudieron acceder por una gran puerta que separa el lateral que sufrió el sabotaje y el fondo del estadio (el que no tiene asientos) que linda con la calle Teniente Muñoz Díaz. Es la entrada por donde acceden los atletas en la conocida San Silvestre.
El inicio del partido se fue poco a poco retrasando y aunque varias voces autorizadas del club eran optimistas, a las 22:15 horas, y 45 minutos después del inicio previsto, los técnicos aún no habían logrado reparar la avería y Fernández Borbalán determinó que no había luz suficiente para jugar. Aunque los jugadores de ambos equipos pedían hacerlo, se impuso el criterio arbitral.
Investigación.
La presencia en el estadio de la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, invitada al partido y que suele acudir en ocasiones a Vallecas, aceleró la llegada de la policía judicial y varios peritos. La delegada se negó a hablar en varias intervenciones ante la Prensa de sabotaje, pero anoche se inició una minuciosa investigación y empezaron a tomar huellas para intentar conocer la identidad de los culpables.
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